Miguel Ángel Gil Andaluz nace en Barcelona en 1966, a los catorce años se traslada, por decisión propia, a Aragón, deshaciendo así el trayecto migratorio de sus padres. En el año 1987 fija su residencia en Zaragoza, a partir de este momento su independencia económica le permite dedicarse a su pasión, el arte. Aunque durante los primeros años asiste a distintos cursos monográficos, considera su carácter experimental la base de su formación, constante y activa durante todo este tiempo.
Instala estudio propio en el año 1998. Desde 1995, fecha de su primera exposición individual, ha participado en más de ciento setenta exposiciones entre individuales y colectivas, ha trabajado en diversas disciplinas artísticas, tales como: performance, cerámica, escultura, fotografía, instalación…, pero sus inquietudes abarcan más allá del trabajo puramente creativo, implicándose a lo largo de su trayectoria en trabajos de coordinación y comisariado, en más de veinte certámenes y exposiciones relacionadas con el arte contemporáneo, junto al grupo Pértiga y posteriormente en solitario.
Su obra ha sido documentada en innumerables publicaciones de arte, y reconocida con varios premios internacionales, se ha mostrado en distintos países de África, Europa y Asia, y ha participado en simposios de Italia, China, Vietnam, Rumanía o Túnez.
Su trabajo se ha intentado identificar con distintos estilos, arte conceptual, poesía visual, posmodernismo, arte sociopolítico, performance art, surrealismo, pero su compromiso es exclusivo con su propio discurso, con su intención de comunicar. Su obra es un recorrido en busca del contraste, la contradicción y la paradoja, algo que supone para él una apuesta constante. En el plano estético enfrenta formas, colores, materias o espacios, en los que conviven distintas realidades. En el plano conceptual el enfrentamiento adopta la forma de reivindicación y denuncia, con una especial atracción por la transgresión del propio concepto de arte. Su trabajo pretende mostrar algunos aspectos de la realidad y sugerir otros pero siempre provocando cierta reflexión sobre nuestro entorno y los elementos que lo forman.